Las cosas se están poniendo muy feas para Larry y Mac Donals en las calles de Macroaldea.
Si no tenían bastante con el robo de una muñeca hinchable en la consulta del matasanos, ahora una activista por los derechos de las féminas interrumpe el tráfico rodado camino de comisaría.
Un suceso de tal envergadura supone actuar con diligencia. Seguro que el inspector jefe Gálvez, (Killer nº 7), puede aclararle algunas cosas. Invitarla a subir al coche y plantarla en el despacho de una mente tan lúcida es objeto de dos viñetas.
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