Monstruos de Hoy

Nuestra sección “MONSTRUOS DE HOY” presenta a…

MIGUEL A. CÁCERES

No está jiñando. Es la pose del artista, sufriendo con el proceso de creación.

Desde la más remota antigüedad existe constancia de individuos que, por compartir características más propias de determinados animales que de los humanos, han sido tradicionalmente representados con el cuerpo o la cabeza de dicho animal. Pongamos como ejemplo a Miguel Ángel Cáceres. Un artista del Renacimiento nacido en Extremadura que, cuan gañán, devino dibujante de comics en un frustrado intento de conseguir fama, dinero y "bollitos" (no necesariamente por ese orden).

Un fin de semana cualquiera, Miguel A. es capaz de trasegarse hasta diecisai cervezas seguidas y de entrarle a cuatro o cinco pibas de impresión. Y si ese día toca la campana, pone a la niña mirando a Cuenca y, hasta que no la ha pinchao treintaycinco veces seguidas, dejándole el ojal como el agujero de un donut recién glaseado, no se da por satisfecho. Entonces –y sólo entonces- se relaja y disfruta del “descanso del guerrero”… Para cinco minutos después volver a subirse a la pista de baile, a la busca y captura de una nueva víctima.

“Échate a un lao patán, que esa no se me escapa”

“No ay jembra que se le resista a un motero”

“No tengas miedo… que no te va a pasá náa, cordera”

En su descargo, hay que reconocer que las niñas van detrás suya; que lo buscan y me lo trastornan con sus contoneos y sus caricias. Saben que Miguel es de naturaleza ehh… ardiente… y que es incapaz de decir “NO”, pues su vocabulario es muy básico y no le da la gana perder el tiempo con tonterías (“er tema es er tema” o “culo veo, culo quiero” son dos de sus frases más extendidas). Como diría la canción: “(V)amos de parranda, ques la romería, las niñas ya chorrean, se ponen toas en fila…”.

“Osti, macho… vaya mierda fiesta. Toa llena callos”

“Si es que se me rifan”

"Espero que no le dé ahora por tirarse un cuesco y joderme el romanticismo del momento"

A ello hay que contestar QUE NO: ¡lo único que tiene sensible Miguel Ángel es la punta del capullo! Pues qué pensabais… ¿que iba a caer rendido a vuestros pies, cegado por vuestra personalidad o vuestra conversación? Dejaros ya de pegos niñatas: aquí lo que único que importa es la jodienda.

Siempre pensando en lo mismo.

Pero ¿pa qué tanta perorata?... Ya sé que es un imposible y que, cuantas más burradas diga de Miguel Ángel, más interesante os va a parecer; ¿verdad, chicas? En el fondo, os van los borricos.

- Debe haber sufrido mucho –pensaréis-. Nadie es tan malo. No, al menos, con ese culito prieto.

- Las gafas le hacen taaan interesante. Parece un intel… lictual de esos, de los que salen en la tele.

Esta bien, os contaré la verdad: Miguel Angel es un secreto tímido, que renuncia al compromiso por evitar que vuelvan a romper su ya maltrecho corazón.

Hasta ahora, cada una de sus conquistas acababa con el pobre Miguel Ángel camino del altar. Soñando con la felicidad de haber encontrado (¡por fin!) a esa media naranja que todo el mundo sueña pero no consigue encontrar… hasta que el suelo de su dormitorio amanece cubierto de cáscaras (de naranja), sus ilusiones truncadas y su corazón roto. Por eso ahora huye como la peste de cualquier tiparraca, como no sea para echar un mete-saca rapidito. Porque él bien que sabe que, aunque digáis que es un ligue pa una noche, todas os queréis ver vestidas de blanco, caminito del altar y cogidas de su brazo.

El Miguel, con pose de gimnasio y marcando tableta. Yum-yum, chicas.

Y aquí en plan arrebato salvaje, creyéndose que va a jincar el diente sin consecuencias.

Con la iglesia hemos topao:

“Hay que ver, Miguel, que cada vez que repites polvo te enganchan con el matrimonio”.

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Pero Miguel Ángel, que es sólo un 50% de hombre (la otra mitad es becerro) ha tropezao ya ¡con tropecientas! Y lo malo es que no acaba de aprender ni convencerse La cabra siempre tira al monte, y esta se dirige sola al matadero.

Te crees que es la madre de Bambi, pero nooo… ES UN SEÑUELO

Mira, mira, la hijaputa… ¡Iba con la escopeta preparáa!

¿Ahora te acojonas, capullo? Sal de ahí ya cagando leches

Naa… Que otra vez tan cazao, macho. ¡Si es que no tiés enmienda!

Y ahora que conocéis la verdad, chicas, por favor creedme: no merece la pena. Miguel es como ese perrito que siempre habéis deseado por Navidad. Hace mucha ilusión cuando lo tienes en tus brazos… hasta que te ves en la tesitura de sacarlo a oriná tos los días. Pero él es un espíritu libre, que debe permanecer siempre en movimiento, a la búsqueda de pastos salvajes. ¿Creéis acaso que podéis hacerlo domesticar?... Como diría Zapatero: él es como el viento y… err… el viento es sólo de dios… y donde hay humo siempre hay fuego y… errr... (coño, ya me liao)

Pero vamos… QUE LO DEJÉIS EN PAZ, a menos que sólo sea para un ratito. Porque de lo contrario, sería como decía el Gregory Peck en la película esa del “Ruiseñor de las cumbres”… sería un pecado que caería sobre vuestras conciencias. Porque los ciervos de berrea son criaturitas de Dios que no hacen daño a naidie. Y total, de qué os iba a servir… ¿pa tenerle como un trofeo, colgao en el salón?

Creedme, le ha dolío a él más que a vosotras.

Por eso yo, que me considero su amigo, clamo en voz alta. “Corre, Miguel Ángel, corre. Corre por mucho que te duela… ¡y no pares! No dejes que te atrapen y te abatan… los abogados de tus ex-mujeres, que ya te piden intereses de demora. ¡COOORRRREEEE!”

Malditos abogados. No se contentan con tu carne.

También quieren la pensión compensatoria y las costas procesales.