No estábamos aún repuestos de la lectura de su libro "OVNI, guía de supervivencia", cuando han salido a la luz documentos comprometedores sobre nuestra joven promesa literaria. Unas fotos en concreto de cuando estudiaba en la UCO, tomadas un frío día en el mes de enero, justo después de desembarazarse de su abrigo. Se aprecia claramente su condición androide por la anchura de los muslos, impropia de un ser humano. Esta sorprendente noticia ha sacudido los cimientos de toda la comunidad científica. Hay incluso quien ha aseverado sospecharlo nada más leer el libro citado, por su notable grado de documentación: "eso sólo ha podido hacerlo un cerebro electrónico", sentenció.
A la espera de nuevas noticias recomendamos hacerse con el manual, la primera creación original de un ente cibernético autónomo.
HAW, HAW, HAW.
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